Miro hacia las estrellas.
Están muy lejos y su luz tarda mucho en llegarnos.
La foto está en mi mano.
Todo lo que vemos de las estrellas son sus viejas fotografías.
15 segundos en mi futuro, la foto es guardada en mi ropero junto a otras fotografías.
Una hora y media en mi futuro estoy deambulando por la calle Madero en el Centro Histórico.
15 años en mi pasado, ella entra por la puerta del salón de clases, temerosa.
La foto está en mi mano.
Es la foto de un hombre y una mujer afuera de un salón de clases.
Ella se llama Paola Legorreta.
Nos conocimos en 1° de secundaria. Ella entró un par de semanas después de haber iniciado clases. Se me hacía conocida. Me gustó mucho desde que la vi.
La foto está en mi mano.
No nos llevamos muy bien de principio, yo le caía mal y cuando trataba de acercarme a ella, me rechazaba con un intento de cachetada o una patada. Nunca entendí por qué hasta que ella me explicó que lo hacía porque yo le gustaba.
La foto está dentro de mi ropero.
Cuando pasamos a 2° de secundaria, en 1999, nos hablábamos mejor y convivíamos más. Un día le pedí que fuéramos novios. Aceptó de inmediato. Fui muy feliz.
Nos escribíamos cartas casi diario y nos las dábamos en la escuela. Salimos un par de veces, yo inventaba algún pretexto para salir en mi bicicleta a verla. Ella era de tez morena, cabello no muy largo, delgada, de mi estatura, con unos ojos muy lindos, pero a su vez reflejaban cierta tristeza.
13 minutos en mi futuro salgo de mi casa, me pongo mis audífonos y me dirijo hacia el Centro Histórico.
13 años en mi pasado estoy besando a Paola por primera vez, en el taller de música. Estaba enamorado.
Recuerdo mucho una de las últimas veces que salimos. No hacíamos gran cosa, vagábamos cerca de casa y platicábamos mucho. Me dijo que se cambiaría de casa, que iría al norte de la ciudad, a Satélite. Platicamos de cómo le haríamos para vernos. Nos besábamos y nos abrazábamos. La paseaba en mi bicicleta y reíamos mucho.
Ella iba vestida de negro, un pantalón entallado, una blusa de mangas cortas y una chamarra larga de vinilo. Casi no usaba maquillaje.
Miro la foto que está en mi mano.
Es la primer foto que tengo con una novia "oficial". Nos la tomamos en nuestra fiesta de salida de 3° de secundaria, el 2 de julio del 2001. Ya no eramos novios.
10 segundos...
Ya estando en la vocacional, le llamé por teléfono. Por suerte me contestó ella de inmediato y me dijo que corría con suerte, que ése era el último día que estaría en ésa casa, pero me dejó su número de teléfono celular, el cual perdí.
5... 4... 3...
Me canso de ver la foto y la guardo en mi ropero, junto con otras fotografías.
Lo último que supe es que vive con su madre en California y, al parecer, aún no tiene hijos.
Me gustaría algún día volver a platicar con ella.
Estoy mirando las estrellas...
1 comentario:
Si los recuerdos, no te lastiman pueden seguir guardados en el ropero.
Saludos.
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