Hace no mucho me hicieron esa pregunta: "¿Cómo fue tu primera vez?".
Si, hablábamos de relaciones sexuales, coito, penetración.
Coger, pues.
Si la memoria no me falla, fue el 28 de junio del 2003. En mi casa, por la tarde.
La chica se llama Nancy. Eramos novios desde octubre del 2002 y la fiebre de la post-pubertad nos traía con la hormona a flor de piel. Aprovechábamos cualquier rato a solas para aplicar el noble arte de "fajar" sin perder tiempo.
Por azares del destino, mi familia tiene que ausentarse todo junio y parte de julio de ése año. No los acompañé a ese viaje por haber reprobado materias y quedarme castigado. Y vaya castigo el tener casa sola por casi 2 meses.
Nos pusimos de acuerdo una semana antes. Tomaríamos el curso de regularización sabatino de física y después nos iríamos a mi casa, que estaría sola y la única persona que sabía era mi tía que trabajaba en un centro de cómputo que existió en la accesoria de la casa de mi abuela, al lado de la mía. De hecho ella me dio un par de condones para la aventura, y al entregármelos me dijo "Úsalos con honor".
No voy a ahondar en detalles.
El nerviosismo por parte de los dos, la total inexperiencia, el momento per sé, la adrenalina de "dejar de ser virgen y después un ligero remordimiento acompañado por un "¿Y si mis papás lo notan?" que se eliminó por completo en subsecuentes encuentros. Siempre fue algo especial y procuraba que fuera romántico.
Puedo decir que fue una vivencia placentera para ambos. Me esforcé en hacerlo especial para los dos, no solamente hacerlo y ya.
Hoy en día, Nancy es madre de una niña de 5 años y es casada. Tenemos contacto esporádico y a veces es inevitable recordar estas cosas. A estas alturas, más que morbo, es nostalgia y nos da risa o nos sonroja.
Es algo que me agrada. Que a pesar de muchas vivencias (algunas malas) y de los años, sigamos teniendo contacto y nos tratemos como buenos amigos.
A veces el tiempo nos ayuda a ser mejores personas.
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