martes, 18 de diciembre de 2012

Casi sin querer

El año ha empezado su cuenta regresiva hacia el final.

Y es en días como éstos, en los que estoy solo, enfermo, tirado en la cama mirando la tele y no viendo nada como dice la canción, en los que mi lado filosófico empieza a trabajar. No sé si sea la fiebre o el dolor muscular, pero hay pensamientos que deben quedar plasmados de una u otra forma.

Hace un par de noches releí mi viejo diario de papel. Lo inicié en abril del 2003, relatando un sueño que tuve y que tenía que ver con mi entonces novia. Plasmé muchas cosas en ése diario (que por momentos no era diario, escribía una vez y dejaba de hacerlo por meses) cosas que nadie más sabe, a quien nadie se las he contado y que probablemente así queden, en secreto.

Entre esas cosas, releí cual era mi sentir con mi familia. Odiaba a mi familia ciertamente. No me sentía parte de ella.

Me causa cierta curiosidad el saber cuánto he cambiado, de una forma u otra. Muchos dirán que sigo siendo el mismo, quizás por la cotidianidad o por el contrario, por la falta de contacto con algunos amigos o conocidos.

Cierto es que han sucedido muchas cosas desde esa primer entrada de abril del 2003. Gente que ha fallecido. Lugares que he visitado. Personas que he conocido. Es difícil poder recapitular, incluso, un solo año de mi vida, puesto que cada año tiene 365 experiencias nuevas. Pero es interesante el volver a vivir algunas de ellas leyendo mi viejo diario.

Hoy me enteré que una de mis compañeras de la primaria ya se casó. Recuerdo que ella era mi crush en 5° año, y de hecho tuve problemas porque mi stalker interno estaba demasiado suelto. Creo que hasta la mamá de la niña habló con mi profesor, y éste habló con mi mamá y ésta me regañó. La contacté por Facebook y apenas la reconocí. Sin duda el tiempo también hace que las personas cambien (físicamente, como es lo obvio) y comentamos un par de vivencias de aquellos años de nuestra infancia. Me dió cierto gusto de su boda y me puso a pensar en los planes que tengo a mediano y largo plazo.

Y pensar que fue casi sin querer cuando, buscando entre mi ropero por otra cosa, me encontré con mi viejo diario.

1 comentario:

la MaLquEridA dijo...

¡Ohhhh escribiste el día de mi cumple!

Recuerdo algunas cosas que me platicabas, y lo bien que lo pasábamos pero tienes razón todo cambia hasta nosotros.

Igual te quiero amigo.