"... y contemplo junto a mi el cadáver del que fui, segun tu, en una ocasión..."

El Maestro Karnicero dice: "Ecce homo" fueron las palabras de Poncio Pilatos cuando mostró a Jesús al pueblo de Judea (o donde coñazo haya vivido en aquel entonces) después de los 40 azotes que le dieron. Mostró a un hombre deshecho físicamente, torturado y humillado. "He aqui al hombre" dijo.

Y pues muy certeramente se acerca a lo que habría de decir yo.

Heme aqui.

Me desespera un poco hacer recuento de cosas, de situaciones y de todo un poco porque se me pasan muchos detalles. Pero bueno, ahi voy.

Me acabo de terminar una lata de RC Cola, quizás algunos la recuerden, no tuvo mucho éxito hace unos años. Pero sabe buena. Si soy sincero preferiría una cerveza, o quizás un trago de whiskey (wisky, whisky o como recojoneramente se escriba) como ayer cuando me dió un bajón de presión arterial de los que últimamente me han dado. Quizás por eso no sentí el temblor de ayer.

En teoría debería estar haciendo tarea, investigaciones, leyendo libros, devorando código en Java para mi proyecto de la escuela, pero la verdad es que aún no estoy inscrito y tengo que pasar mis materias para de verdad empezar la recta final de mi ingeniería.

Acabo de volver de un largo viaje, el cual se suponía que me iba a ayudar para despejar mi mente, divertirme, dejar cosas en claro y volver a empezar. Pero de todo eso, pasaron muchas cosas menos ésas, que eran las más importantes. Bueno, me divertí mucho, no lo niego. Me puse ebrio varias veces y eso fué jodido para mi organismo que ahora me reclama a gritos que lo trate bien.

Estoy aqui sentado, en lo que considero mi trono, frente a mi computadora, en el único lugar en el que soy amo y señor de las cosas. Donde yo las controlo y no me controlan a mi. Porque la vida virtual es más vida que la real, al menos para mi. Y cuando me doy cuenta que sólo tengo vida virtual, hay un gran vacío dentro de mi y me recuerda que no hay nadie al rededor. Que estoy solo. Como ahora. En esta habitacion.



Hay veces que se me dibuja una sonrisa. Sobre todo cuando vienen a mi mente los recuerdos de los viejos dias idos, los dias de gloria y triunfo, de amistades sinceras y poca actividad sexual. Porque era un adolescente y no importaba el futuro, importaba el "aqui y ahora". Hay veces que se me dibuja otra sonrisa. Cuando sé que mi doble personalidad está al acecho, que de un momento a otro podría matar a alguien sin remordimientos y muy fácilmente. Sé que tengo un problema. Sé que tengo doble personalidad. 2 en 1. Buena oferta. Escoje una carta... Comodín.

"Pongamos una sonrisa en esa cara"

Y hoy fué el dia en el que decidí todo. Repasé todos y cada uno de los dias que pude recordar de hace un par de años, cuando creí ser feliz, cuando dije que por tí moriría... y moría.

Repasé todas y cada una de tus fallas, todos y cada uno de tus arranques, de tus gritos, de tus agresiones. Y repasé todos y cada uno de los últimos dias, esas palabras en la playa, en tu compañía que era y no era, porque yo no era el único en tu cabeza.

Y dirás que no. Que eso no es cierto. Y te enfadarás de nuevo. Y yo me fumaré un cigarrillo. Y me limitaré a subir el volumen de la música, o me concentraré en recordar, para no pensar en ti, que todo aquello que sucedió ya quedó atrás, no en el olvido, pero ya muy lejos.

Y ahora que viene, con su pareja, tengo una pequeña motivación. La que perdí desde hace ya más de 5 años.



Y creo que iré a verlo a que me diga mis verdades. A mi y a muchos más. Y quizás cuando repita las palabras de él, esté pensando en ti, esperando que las escuches donde quiera que estés, porque quizás (y seguramente) esas serán las últimas palabras que te dedique.

Ha dejado de llover, creo que iré a la cama. Sólo a la cama, no a dormir.